Zero Waste: Cambiar Hábitos para Reducir Nuestro Impacto

El martes 12 de marzo comenzó un nuevo año de Green Drinks Buenos Aires, esta vez en Willie Reeb, una cervecería artesanal en el barrio de Villa Crespo llena de objetos reciclados que ahora tienen un nuevo uso y decoran el lugar.  El evento comenzó con la calurosa bienvenida de Ethel Bonnet-Laverge, una de las organizadoras, que recalcó la importancia de los espacios como Green Drinks para fomentar el aprendizaje y conectar con emprendedores sustentables de Buenos Aires.

En esta edición, el tema central fue Zero Waste, un movimiento que busca cuidar los consumos para poder reducir los residuos que generamos a partir de esto. La idea principal es que al consumir menos, nuestra huella también se vea reducida. Vivir sólo de lo necesario y tener consumos eficientes nos hace generar nuevos vínculos y experiencias, y hace que nos centremos en lo importante. Al mismo tiempo, controlamos nuestro impacto ambiental.

Las oradoras de esta edición fueron dos periodistas del Diario La Nación: Soledad Vallejos y Evangelina Himitian, escritoras del libro Deseo Consumido. Ambas relataron cómo tuvieron que hacer cambios rotundos en sus hábitos luego de pasar un año comprando nada más que lo estrictamente necesario, y en base a esa experiencia analizaron cómo se puede cambiar culturalmente la forma de consumir.

La idea llegó casi de casualidad cuando Soledad estaba comprando con su hija la lista de materiales para el comienzo de clases: “Como no encontrábamos las cosas que pedía la lista, mi hija mayor quería comprarse cualquier otra cosa, con tal de llevarse algo. La cuestión era no irse del local con las manos vacías”. La periodista sintió este momento una revelación y decidió que pasaría un año sin comprar nada, aunque ¿qué es no comprar nada?

Evangelina se sumó a este trabajo de investigación que interpelaba no sólo sus consumos domésticos sino que también incluía una transformación en otros ámbitos. Ropa, residuos, plásticos y hasta regalos de cumpleaños se redujeron al máximo y optimizaron los recursos y las cosas que ambas ya tenían, para reciclar, recrear y recircular.

Lo primero que las comunicadoras pusieron en jaque fueron las consecuencias de ese experimento investigacional y hasta sociológico. Un año viviendo de lo esencial hizo que se replanteen un montón de situaciones y relaciones de su vida cotidiana, los vínculos sociales, con sus hijos, sus amigos y, por supuesto, con sus ideales.

El desuso en el consumo es la esencia de esta problemática. “Los argentinos no tenemos conciencia de la cantidad de cosas que compramos ni tampoco de la cantidad de basura que esto genera”, contaba Himitian. Para dimensionar cuán colosal es el consumismo, las periodistas crearon una cápsula de vidrio, una instalación artística colaborativa y realizada a pulmón para exhibir la cantidad de cosas que no necesitaban.

Así fue como iniciaron el #ChauDiez. Cada día, ponían dentro de la estructura transparente diez objetos de sus casas que no usaran. Luego de un mes, juntaron alrededor de 300 objetos y en sus casas casi no se notaba la diferencia.

Vallejos y Himitian no se quedaron en la investigación consumista, sino que dieron un paso más al ver la realidad ecológica que su estudio evidenciaba. Las periodistas realizaron la experiencia de vivir sin plástico por un mes. “El problema es que sólo el 9% del plástico se recicla. El vasito descartable que dura apenas unos segundos en tus manos, tarda 450 años en degradarse”, decía Himitian. Esto fue aún más difícil que el desafío anterior, porque es algo que no está instalado. Es algo que todavía está muy arraigado en la sociedad. Los sorbetes, las bolsas, los vasos, todo es plástico y muy poco se recicla.

En su libro Deseo Consumido cuentan que: “En este tiempo hemos notado que el consumismo es más que una adicción de pocos. Que no tiene que ver con lo que necesitamos, ni siquiera con lo que queremos. Somos parte de una rueda de consumo y voluntariamente decidimos quedarnos en ella. Al tiempo que vemos cómo aumentan la contaminación y las desigualdades sociales parecemos incapaces de registrar que eso es nuestra propia huella”.

Las periodistas sentencian que los programas de basura cero siempre fueron limitados porque cuando se plantean qué hacer con la basura, lo primero que se piensa es: “Hay que reciclar más”. Himitian concluye: “Tenemos que dejar de preguntarnos dónde ponemos la basura y empezar a preguntarnos de dónde viene”.

Antes del cierre del evento, Cristina Arena, Embajadora de Premios Latinoamérica Verde, invitó a los asistentes a participar de esta enorme vidriera que exhibe a aquellos proyectos que se propusieron cambiar el mundo. La inscripción es gratuita y busca llegar a cualquier tipo de emprendimientos, grandes y pequeños, para que todos tengan una oportunidad de capacitación y sobre todo de desarrollo. Si tenés un proyecto social y ambiental, tenés tiempo de inscribirte hasta el 25 de marzo en:  www.premioslatinoamericaverde.com

Finalmente, se realizaron los agradecimientos a todas las organizaciones que acompañan Green Drinks Buenos Aires luego de estos diez años y los asistentes participaron del espacio de networking en un clima distendido de conexión, charla y reflexión sobre Zero Waste.

Nuestros consumos tienen que reducirse y el primer paso es tomar consciencia de la dimensión de los residuos que generamos.

Gracias a todos los que se sumaron a este primer evento del año para reflexionar con nosotros sobre la importancia de la reducción de residuos, y sobre todo, para escuchar experiencias positivas al respecto.

¡Nos encontramos en el próximo Green Drinks para seguir compartiendo este espacio y seguir conectando con los principales actores de la sustentablidad de la ciudad!

Camila Meriño.

Ph: • Juan Pablo Valle •