En nuestra región, el transporte tiene un gran protagonismo en los gases de efecto invernadero (GEI), siendo el causante del 19% de las emisiones de Dióxido de Carbono, según un Informe Regional de Movilidad Eléctrica 2018 de ONU Medio Ambiente. Estamos en un momento crítico respecto a esta problemática y es por eso que la movilidad sustentable se vuelve una solución para poder reducir nuestra huella de carbono.
De acuerdo con este informe, la flota vehicular en América Latina y el Caribe podría triplicarse en los próximos 25 años. El sector de transporte es el principal consumidor de energías fósiles de la región y, por lo tanto, es la principal fuente de contaminación del aire. La movilidad eléctrica puede ayudar a los países a modernizar sus sistemas de transporte masivo y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La movilidad sustentable nace como alternativa a la gran ola del modelo urbano de transporte de los autos particulares que invaden las ciudades desde la segunda mitad del siglo XX. Los autos no sólo generan contaminación del aire, sino que también dañan nuestro ambiente de otras maneras: con su enorme consumo de energía, saturando las vías de circulación e indirectamente, influyendo en la salud de la sociedad.
El ámbito de la movilidad sustentable es muy amplio porque apunta a procesos, desarrollos tecnológicos e innovaciones en políticas públicas. Respecto al transporte sustentable, existen muchas opciones que nacieron hace algunos años y van posicionándose en el mercado como los autos eléctricos, los coches híbridos o los vehículos eléctricos impulsados con pila de combustible de hidrógeno.
Hay que generar, sin duda, los recursos que beneficien y reduzcan este impacto ambiental y es así, que teniendo en cuenta la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por el transporte, disminuir estas estadísticas es uno de los mayores desafíos de los gobiernos nacionales y regionales. Esto lleva a implementar diversas estrategias a partir de programas de gestión estatal y privada. Existen políticas de movilidad sustentable enfocadas al transporte gestionadas por la administración pública, que se centran en reducir la congestión de las vías al mismo tiempo que se reduce el consumo de combustibles fósiles contaminantes, por lo que a menudo se estimula el uso de vehículos de propulsión alternativa.
En Buenos Aires, el panorama está empezando a cambiar: en este último tiempo se está desarrollando el debate de una serie de proyectos de ley que promueven la movilidad sustentable para acelerar la transición hacia un modelo eléctrico en la región, además de la red de ciclovías presente en las principales ciudades. Se lanzará a mitad de año una instancia de prueba piloto para el alquiler de monopatines eléctricos, evaluando la efectividad de los diferentes modelos de negocio que ya están operativos en Madrid, Montreal y Helsinki, por ejemplo. El sistema incluirá una tarifa base y luego costos por minuto. Y un dato no menor es que hacia fines de abril de este año se llevó adelante el «Primer Taller Latinoamericano sobre Legislación en Movilidad Eléctrica y Sustentable», organizado por la Cámara Baja, GLOBE Internacional y ONU Medio Ambiente.
Estamos paulatinamente comenzando a adoptar nuevas formas de movilidad que, además de reducir nuestra huella, a futuro nos permitirá una mejor circulación en los epicentros de las ciudades.
En el evento Green Drinks Buenos Aires de junio hablaremos sobre Movilidad Sustentable.
Camila Meriño
FUENTES:
La movilidad sustentable llegó al Congreso, de Lorena Zapata para El Cronista.
Movilidad sustentable, la alternativa que busca cambiar el futuro, Ámbito.
Informe Regional de Movilidad Eléctrica 2018 de ONU Medio Ambiente.
🖼️ ILUSTRACIÓN: Blenda