El pasado martes 10 de marzo fue nuestro primer encuentro del 2020, en donde conversamos y aprendimos un poco más sobre la Emergencia Climática y por qué es fundamental empezar a generar el cambio que este planeta necesita.
Luego de las siempre acertadas palabras de la Cofundadora de Green Drinks BA, Ethel Bonnet Laverge, Catalina Gonda, Asistente de Cambio Climático en la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), dió inicio a la jornada, en reemplazo de Enrique Maurtua Konstantinidis, quien no pudo acompañarnos.
Catalina comenzó su presentación mostrándonos un estudio del Foro Económico Global que ubica al fallo en la acción contra el Cambio Climático como el riesgo de mayor impacto, y al mismo tiempo el que más probabilidades tiene de ocurrir. La Licenciada en Ciencias Biológicas posicionó a los combustibles fósiles como el sector que más contribuye a las emisiones de CO2, seguido de la agricultura y los cambios en el uso de la tierra, y comentó que estos sectores son la razón por la cual estamos yendo en sentido opuesto al deseado, siempre poniendo como norte la eliminación total de las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2050. Sin embargo, Catalina finalizó con un mensaje alentador en relación a los diferentes movimientos de jóvenes que surgieron este último tiempo, y concluyó con la premisa de que el cambio climático está intrínsecamente vinculado al cambio social.
Acto seguido, se presentó María Eugenia Di Paola, Coordinadora del Programa de Ambiente y Desarrollo Sostenible en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). María Eugenia nos contó cómo desde el PNUD acompañan a los países para que puedan cumplir con los compromisos que asumieron para luchar contra la crisis climática en el Acuerdo de París, es decir, con la Contribución Nacional Determinada (NPC) de cada nación. Este acompañamiento se realiza desde tres medidas: aceleración de la implementación del compromiso, fortalecimiento de los esfuerzos y contribución en la movilización de la sociedad. Por último, la abogada introdujo el concepto de “Multilateralismo inclusivo” para destacar la importancia de la participación y la movilización de la sociedad en todos sus ámbitos, para de esa manera presionar a los grandes líderes mundiales para ser más responsables con el planeta.
La Cofundadora de Alianza por el Clima, Stephanie Cabovianco fue la encargada de cerrar la jornada de emergencia climática, mostrando con ejemplos concretos todo lo mencionado por las anteriores oradoras. Stephanie contó cómo en marzo de 2019, junto con otros nueve jóvenes, logró que más de 5.000 personas se movilizaran en nuestra ciudad contra el cambio climático, día en el que también presentaron un borrador en el Congreso para pedir la declaración de la Emergencia Climática y Ecológica en Argentina. Esta primera manifestación, junto con el despertar del activismo en la juventud de todo el mundo iniciado por Greta Thunberg, sirvió de inspiración para que en nuestro país se sucedieran otras con mucha más convocatoria. Esto provocó que en noviembre de 2019 se sancionara la Ley de Presupuestos Mínimos para la Adaptación y Mitigación del Cambio Climático.
A pesar de que mucho de lo que se habló en la jornada es de público conocimiento, también se dieron a conocer algunos datos sobre la emergencia climática, tanto alentadores como desalentadores, de los cuales no se tenía mucha noción. Por eso es siempre necesario escuchar a los referentes del paradigma sustentable, para saber en qué situación nos encontramos.
Pero de nada sirve tener un panorama claro de la situación socioambiental actual si no hacemos algo al respecto. Las tres oradoras que tuvimos en este último evento lo dejaron perfectamente en claro, pero no está de más repetirlo: Tenemos que actuar. Cambiemos nuestros hábitos e inspiremos a otros a hacer lo mismo. Movilicémonos, para que a quienes nos gobiernan no les quede otra que escuchar nuestros reclamos. Sólo mediante la acción se generan las grandes transformaciones, como ya nos ha demostrado la historia en innumerables oportunidades. Porque el 2050, el famoso año de cero emisiones, está a la vuelta de la esquina, y está en nosotros decidir en qué mundo queremos vivir y qué planeta pretendemos dejarle a nuestros descendientes.