El 3 de Julio se realizó el esperado encuentro de Green Drinks Buenos Aires sobre Biomateriales, en Barú Gastropub, ubicado en el barrio porteño de Palermo. Vanina Estrugo, Coordinadora Ejecutiva de Green Drinks Buenos Aires, inició el encuentro celebrando que tanta gente se sumara a la propuesta y destacó que durante la noche, al igual que en el evento pasado, se calcularía la huella de carbono.
No tardaron en llegar las novedades. Un nuevo sponsor, Cerveza Única, se sumó con su elaboración artesanal y personalizada. La alianza con esta marca abre un nuevo canal de recaudación de fondos para la asociación, que es ciento por ciento gestionada por voluntarios.
Además se presentó la nueva Web: www.greendrinksba.com, realizada por Wonder Studio, donde encontrarán todas las novedades de la organización. Seguidamente, la Coordinadora contó sobre un nuevo proyecto llamado Green Map, que tiene el propósito de crear un registro a nivel nacional de todos los profesionales, emprendedores y empresas vinculados a la sustentabilidad y el triple impacto. Si bien hubo muchas guías en los últimos años, siempre fueron acotadas porque tenían un fin comercial. Ahora, en cambio, cada persona puede, si lo desea, brindar sus datos a través del formulario disponible en la sección Comunidad de la Web.
“Según la resolución 235-17, un biomaterial, o material biobasado, es aquél obtenido en su mayor parte a partir de materia prima renovable de origen agroindustrial”, explicó para dar inicio al intercambio Jorge Isaac Medrano Mosquera, Técnico en el Área de Biomateriales de la Secretaría de Bioeconomía de la Nación, Evaluador en el Sello Bioproducto Argentino, Diseñador Gráfico por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Maestro de Ceremonias de este evento. Además, mencionó otro apartado de la misma resolución que se refiere a los bioproductos, donde los define como “todo producto de base biológica producido a partir de recursos agrícolas renovables, incluyendo los subproductos y residuos agroindustriales”. También remarcó que dentro de los bioproductos se excluye a los alimentos para consumo humano o animal y a los biocombustibles.
Continuando con la explicación teórica sobre la temática de la velada, el Maestro de Ceremonias agregó que existe una clasificación de bioproductos y biomateriales: bioplásticos (que son biopolímeros), biotextil, biosurfactantes, biocomposite y biofábricas.
Medrano Mosquera concluyó su exposición compartiendo que es muy alentador saber que en Argentina existen varios organismos compuestos por representantes de entidades públicas y privadas que asesoran e investigan sobre biomateriales, como la Comisión Nacional Asesora en Biomateriales (COBIOMAT), la Cámara Argentina de la Industria del Plástico (CAIP), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Universidad de Buenos Aires (UBA), la Fundación Argentina de Nanotecnología y el CONICET, entre otros.
Luego llegó el momento de Tamara Gretel Portinari, Técnica Evaluadora del Sello Bioproducto Argentino, Técnica Química y Tesista de Ciencias Ambientales por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV): “Nosotros somos técnicos que hacemos un filtro de los bioproductos que pueden llegar a acceder o no al sello. Es una distinción oficial actualmente otorgada por la Secretaría de Bioeconomía que distingue productos elaborados con materias primas renovables provenientes del sector agroindustrial como así también bioinsumos, biomateriales y bioproductos”, dijo.
También explicó que el sello es una herramienta muy naciente en Argentina, que promueve oportunidades de valor agregado para la cadena productiva de este tipo de productos, que existen otros sellos nacionales y europeos más específicos y que intentan tener criterios parecidos para, en el futuro, poder hacer colaboraciones internacionales.
Al momento de evaluar los productos, el criterio tenido en cuenta no es sólo el contenido biobasado, sino también su innovación y sostenibilidad: “Cuando decimos innovación, puede ser tanto en el producto final como en el proceso, la organización y la comercialización”, expresó la Técnica Evaluadora. Entonces, las categorías actuales del sello son exportación, innovación y sostenibilidad y pueden presentarse a las tres, a una o a dos. Además, si el producto todavía no está en comercialización o es muy incipiente, pueden acceder a un certificado de interés en la categoría contenido biobasado o en investigación.
Para finalizar su presentación, Portinari expuso una línea de tiempo desde 2017 a la actualidad y dijo: “Empezamos muy de a poco, autogestión y difusión, y no hacemos más que crecer año a año. Así que los invitamos a sumarse al sello si tienen bioproductos, biomateriales o bioinsumos”.
El intercambio continuó con las palabras de Agustín Schiavio, CEO de Mycorium Biotech, una startup que transforma residuos en biocuero. De acuerdo a lo explicado por Schiavio, Licenciado en Economía y Finanzas por la Universidad de San Andrés (UdeSA), la industria de la moda es la segunda más contaminante a nivel mundial debido principalmente a que el fast fashion produce mucha ropa, la mayoría de lo que se produce es a base de plásticos y casi todo se termina desechando, lo cual muestra una clara crisis de sostenibilidad para el sector.
“Tenemos un proceso en el que los residuos crecen sobre desechos agroalimentarios, a través de la utilización de hongos, más específicamente del micelio de los hongos, y en tan sólo 10 días cosechamos láminas de melio que luego son tratadas para producir un biocuero que puede ser utilizado en carteras o accesorios”, explicó el CEO. También mencionó que un punto muy importante de este desarrollo es que el proceso que realizan no genera ningún residuo: “Tenemos un cien por ciento de eficiencia en la generación de biocuero”.
En conclusión, Schiavio agregó: “Nuestra propuesta de valor es ser competitivos tanto en calidad como en precio, porque entendemos que el cliente no sacrificaría estos puntos, y ser superiores en sostenibilidad”.
La última oradora fue Camila Castro Grinstein, Directora de Étimo Biomateriales, Diseñadora Textil por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Étimo es un emprendimiento de materiales biobasados y biodegradables hechos a base de residuos gastronómicos. Está conformado por un equipo interdisciplinario que dialoga entre el diseño y la ciencia, y actualmente trabaja con el reciclado de la borra de café transformando este residuo en tazas compostables. Ha ganado múltiples premios nacionales e internacionales, como el Santander Global Award.
“Trabajamos con los biomateriales de doble característica, que sean biobasados y vengan de un recurso renovable, y que se puedan biodegradar en menos de 180 días”, cuenta Castro Grinstein sobre el origen de este proyecto. Y agrega: “Fuimos hacia la industria gastronómica y nos encontramos con las cafeterías de la Ciudad de Buenos Aires”.
Las cafeterías tienen dos problemáticas: por un lado, desechan siete toneladas anuales de borra de café (aproximadamente cuatro kilos diarios de borra de café), y por otro, los vasos descartables utilizados son altamente contaminantes porque suelen ser de celulosa plastificada. Por lo cual es un residuo que no se puede ni biodegradar como la celulosa, ni reciclar como el plástico. Entonces, la Diseñadora armó un ciclo de economía circular basado en estas premisas: “Creamos una red de cafeterías que se asocian de las cuales recopilamos la borra de café, la transformamos en un material biobasado y biodegradable y producimos unas tazas que luego se pueden encontrar en las mismas cafeterías”.
Para terminar, Castro Grinstein dijo: “Étimo tiene un objetivo muy claro, que es llegar a la vida cotidiana de las personas y generar un impacto positivo real. Además, tenemos la misión de seguir trabajando con otros residuos gastronómicos y generar estos circuitos circulares entre los residuos y las problemáticas de los materiales”.
Si querés ver y escuchar las charlas completas te invitamos a ver la grabación del evento en nuestro Canal del YouTube.
