Construir para el Futuro

El martes 14 de mayo se llevó a cabo el segundo Green Drinks Buenos Aires del año y esta vez la temática elegida que logró atrapar al público fue Arquitectura Sostenible. El encuentro se realizó en la galería Praxis, en Recoleta, en el marco del 6° Ciclo de Arte y Sustentabilidad; y comenzó con Vanina Estrugo y Ethel Bonnet Laverge dando la bienvenida.

Los oradores invitados en esta ocasión fueron: Andy Rogers, Arquitecto, Carlos Levinton, Arquitecto, Tino Lutteral, Cocreador de Distrito Tigre Sur y Ugo Giménez, Arquitecto y creador de Nomad Kombi Hotel. Cada uno de ellos abordó un pilar de la arquitectura sostenible e interactuaron con el público con sus experiencias y contribuciones al cambio global en la industria de la construcción.

Andrés Rogers habló sobre la simpleza e hizo que toda su ponencia gire en torno a este concepto. El arquitecto mencionó que con su familia aprendió a trabajar a conciencia y honestamente,  y que la facultad es un espacio distinto en el que, si bien aprendió mucho, te enseñan que el arquitecto siempre tiene la razón. Pero para Rogers, el proceso de aprendizaje -sobre todo en arquitectura- es como andar en bicicleta: alguien puede pararse frente a vos y explicarte cómo se hace, pero solamente lograrás aprenderlo en la práctica, haciéndolo vos.

Una vez que logró formar su propio estudio de arquitectura, empezó a explotar otras formas de ejercer la disciplina y comenzó ese camino con un proyecto en Misiones. Este proyecto en la selva misionera fusionaba la construcción con la pedagogía y el cambio social, porque en el proceso, la gente podía aprender distintas cosas. Ésto fue una inspiración para Rogers, que luego decidió crear una casa escuela en Córdoba. En ella se dictaban, por ejemplo, talleres de bioconstrucción: de muros y de terminaciones. Dice Rogers: “Esto tenía que ver con el aparato vivencial, con el trabajo colaborativo. Había paz en el lugar. Más de 100 personas felices participaron en esta casa, que está hecha con ganas de que funcione bien por mucho tiempo”. Cuenta que hizo su casa en sólo cinco meses porque trabajaron felices. La arquitectura, repite Rogers, es un campo que combina los saberes antiguos con las nuevas tecnologías, y en el que la simpleza mejora y optimiza todo.El segundo orador fue Carlos Levinton y dio cátedra con elementos que trajó de distintos viajes por el mundo. Abrió el debate diciendo que: “Hay futuro. Pero como es complejo, tenemos que diseñarlo”. Se autodenomina maestro de la materialidad, y citando enunciados de Economía Circular, explicó cómo se da la regresión a la materialidad hoy en día; cómo estamos volviendo al oficio, al trabajo manual. La reutilización y la reducción de los residuos son pilares esenciales para la construcción del futuro. Levington dice que: “Somos fans de la creación de empleos, y si encima son verdes, muchísimo mejor”. Con un mantra claro al estilo “Algo hay que hacer”, este arquitecto se dedica a la investigación y cree que hoy en día hay que instalar la disrupción verde en la currícula de las universidades.

Uno de sus tantos proyectos emblemáticos fue la primera ecocasa de Guernica, en el sur del Conurbano, que cuenta con un galpón con paredes cultivables, una biomasa con invernadero. Levinton menciona algunos hechos que son importantes para tomar conciencia del impacto de la industria de la construcción y sus posibles soluciones:

  • El 40% del total de la energía es consumido por la construcción.
  • Los materiales tradicionales del mercado tienen incorporado un muy elevado porcentaje de energía en la fabricación, agravando el efecto invernadero.
  • La composición de energía de los materiales de construcción de una vivienda equivalen al consumo de energía durante 10 años de la vivienda.
  • Los materiales de origen reciclado reducen notablemente el impacto de incidencia de energía.

La solución que propone Levinton a ésto es el diseño sustentable: “Sólo necesitamos hacer una evolución en el modelo alternativo y fusionar la ecotecnología, bajar el costo de los materiales, utilizar energías verdes, implementar fábricas sociales y fomentar la educación masiva”.

Tino Lutteral se presentó como outsider en arquitectura porque comenzó en el mundo de los negocios, pero dice que siempre es importante que “seamos parte de la cocreación del lugar donde queremos vivir”. Habla sobre interdisciplina y sobre cuán eficiente es que los proyectos sean colectivos e integren a personas de distintos ámbitos que puedan dar su mirada y mejorar la visión de las ideas. Su principal proyecto fue el desarrollo urbano de Distrito Tigre Sur, primer distrito de gestión especial de la provincia de Buenos Aires. Lutteral dice que se trata de desarrollo urbano con propósito y de planificación participativa: allí donde no había planificación del Estado, ellos tomaron la posta y decidieron incidir en la narrativa urbana creando este desarrollo en el sur de Tigre, financiado por el capital conciente -como lo llama el orador- de empresas privadas.

Distrito Tigre Sur es un proyecto que buscaba realzar el orgullo e identidad por el pasado de la región y transformar lo que antes era un espacio de fábricas viejas y lugares abandonados en un polo desarrollado y en crecimiento. Luego de mucho esfuerzo, por ordenanza municipal, este proyecto fue declarado Distrito de Gestión Replicable y hoy genera un enorme sentido de pertenencia entre sus vecinos. Transformaron el xenofobismo para convertir este lugar en un polo gastronómico de comida peruana y posicionarlo, además, como un modelo de explotación del suelo, “porque es en el suelo donde están los conflictos y desórdenes de las ciudades”, concluye Tino Lutteral.

Ugo Giménez fue el encargado de cerrar la jornada con una alternativa a las viviendas tradicionales: las tiny houses. Se trata de casas pequeñas que explotan la arquitectura como efímera y hacen un uso increíblemente eficiente del espacio: la base está en repensar la economía de cada uno y actuar en función al movimiento demográfico. Las tiny houses le dan mayor valor al espacio exterior, no dejan  de tener numerosas comodidades y además son consideradas viviendas de transición urbana o rural.

¿Cómo son los dueños de las tiny houses? El 68% no tiene hipotecas, el 78% son dueños de su casa y la mayoría suelen ser mujeres. Dos de cinco dueños de tiny houses son mayores de 50 años y el sueldo de quienes se animan a esta aventura rinde muchísimo más. Son muchísimas las ventajas que ofrecen estas viviendas y Margarita Carlés, dueña de la casa que construyó Ugo Giménez se encargó de enumerarlas todas y dar testimonio de que son cómodas, más baratas que una casa tradicional y además tienen un menor impacto en el ambiente.

Gracias a todos los que se sumaron a este encuentro para aprender un poco más sobre arquitectura sostenible y entender junto a nosotros que es posible reducir el impacto de la industria de la construcción. La arquitectura verde es posible y escuchar tantos casos positivos por parte de nuestros oradores en este encuentro nos hace entender que ese cambio es viable.

¡Nos encontramos en el próximo Green Drinks BA para compartir y conectar con los principales actores de la sustentabilidad de la ciudad! Ya pueden reservarse la fecha: Martes 11 de Junio – Movilidad Sustentable.

Camila Meriño