Economía circular

Según estimaciones de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable (Sayds) en Argentina cada persona produce 1 kg. de basura por día. Los efectos de esta realidad son críticos no sólo en términos de impacto ambiental sino también a nivel sanidad. Pero… ¿qué pasaría si toda la basura que generamos volviera a incorporase al ciclo productivo como un recurso valioso que promueva la innovación sustentable? Afortunadamente esta idea no descansa en un plano hipotético sino que está cobrando cada vez más fuerza en el mundo de la gestión integral de residuos.

El martes 12 de Abril, Sugar Bar fue el punto de encuentro del Green Drinks Buenos Aires de abril, en el que se presentaron tres proyectos que vienen trabajando activamente en el proceso de recuperación y transformación de desechos en materias primas: Ana Rapela, Directora Creativa de Dos Puntos D.I., Agustín Matteri, Cofundador de Conectar Verde y María Fernanda Soria, Cofundadora de Rastro Verde.

La primera oradora —María Fernanda Soria— es Cofundadora de “Rastro Verde”, una empresa que brinda soluciones a la problemática de residuos en las organizaciones y a su vez produce mobiliario a partir de plástico reciclado. “Rastro Verde” nace en 2012 a partir de un proyecto concreto con AySA y tiene el objetivo de lidiar con la disposición final de residuos. A lo largo de su exposición, Fernanda transmitió que el pilar estratégico es lograr una empresa que pueda hacer aportes sustanciales y positivos a la sustentabilidad remarcando que Rastro Verde no es una ONG, sino un negocio responsable a nivel ambiental y social que promueve la economía circular. En este sentido, se produce la generación y transformación del residuo y posteriormente éste regresa como un nuevo producto a la empresa de donde se originó. Es importante resaltar que la materia prima utilizada por “Rastro Verde” es el residuo plástico post industrial no incluyéndose el domiciliar. Dentro de los ejemplos concretos de productos que realiza la empresa podemos encontrar el Edificio Tetra Pack Victoria, las Oficinas OSDE, terrazas verdes en Consejo Deliberante de Morón, el Proyecto Plaza la Cava en San Isidro, decks, macetas, construcción de huertas acompañando con capacitaciones que despierten la conciencia ambiental y la promoción del consumo consciente.

Luego fue el momento de Ana Rapela quien se desempeña como Directora Creativa de “Dos Puntos DI”, un estudio de diseño industrial sostenible que desarrolla productos y servicios de manera social, ambiental y económicamente responsable brindando soluciones innovadoras que generan un impacto positivo en la sociedad. La organización surgió en un Centro de Investigación de Materiales de Descarte de la Facultad de Arquitectura de la UBA en conjunto con una ONG inglesa y una universidad canadiense como un proyecto de investigación a cargo del prensado de distintos tipos de plástico. Gracias al notable esfuerzo de sus participantes y con la ayuda de una ONG llamada ARCA se dio una transferencia de tecnología y todo el conocimiento adquirido se trasladó a tres cooperativas de reciclado a las cuales se les enseñó a prensar y crear placas de plástico, empoderándolos como dice Ana, de un nuevo saber. A su vez, ella remarca la importancia de promover políticas y una cultura que piense de manera sustentable para poder sostener en el tiempo este tipo de proyectos.

En este sentido para “Dos Puntos DI” es fundamental que sus productos reflejen los tres pilares de la sustentabilidad sobre los cuales se erige la organización: la medioambiental—recuperación de residuos de origen industrial—, la social—cuyos ejes son cooperativas, talleres de oficio o emprendimientos sociales fomentando el comercio justo—y la económica—cuyo valor agregado proviene del grado de separación y contaminación del material—. Ana hace especial hincapié en la importancia de separar adecuadamente los residuos y así hacer más digno el trabajo de las cooperativas, cartoneros o recuperadores. “No es lo mismo un material sin separar que carece de valor que uno procesado—con un valor comercial superior— dada la cantidad de trabajo, energía, logística empleado”. Desde Dos Puntos DI se conciben como “Embajadores de conciencia”, es decir, como artífices de productos que cuenten historias y fomenten la proliferación de un consumo conciente. Para ello, cada producto lleva una etiqueta comunicando de donde viene el residuo que se utilizó como materia prima y quién realizó el trabajo. Ana cierra su presentación expresando: “Nos dedicamos al detalle, nos inspira el residuo”.

Finalmente Agustín Matteri presentó “Conectar Verde”, una organización que nuclea distintos especialistas en gestión sustentable de residuos para lograr verdaderos modelos de economía circular. “No sólo somos un sistema de gestión, somos una red” resalta Agustín. “Conectar Verde” ofrece un servicio integral, brinda respuestas sistémicas a los clientes logrando modelos donde se gestionen recursos en lugar de residuos. La aspiración de quienes componen la organización es que en un futuro no muy lejano, al momento de diseñar los productos se los haga con una visión de ciclo de vida integrando la generación del residuo, su valorización y el diseño.

Dentro de los objetivos de “Conectar Verde” se encuentran “trabajar por un mundo sin basura”, que se reciclen y valoricen todo tipo de residuos—no sólo aquellos económicamente rentables-—, crear empleo verde genuino, asociar gestión de residuos con cambio climático, realizar plataformas públicas y privadas y revisión de la normativa interna de los clientes y la del Estado.

“Conectar Verde” es un proyecto que forma un sistema integrado de gestión basado en los últimos proyectos de ley del Poder Ejecutivo a partir de los cuales surge la responsabilidad extendida del productor. Es un modelo autoregulatorio que permite participar a los grandes generadores de residuos y se gestiona a través de puntos limpios en lugares masivos de contactos con el consumidor. Es importante destacar que se cuenta con un operador in situ en los puntos limpios de contacto lo que permite educar al consumidor responsable. El foco está puesto en la utilización del software como un medio para lograr la integración de todos aquellos que forman parte de la gestión sustentable de residuos.

La premisa es clara: empezar a concebir a los residuos como materias primas valiosas para el desarrollo de productos y servicios sustentables que generen cambios profundos a nivel social y medioambiental promoviendo a su vez responsabilidad a la hora de consumir y desechar. En palabras de Fernanda Soria: “Se trata de dejar un rastro verde en el planeta, para vivir en uno más vivible”.