Consumo Colaborativo: el acceso frente a la propiedad

Los contextos de recesión y crisis económica sumados al auge de las redes sociales, obligan a las personas a replantearse nuevas formas de economía y consumo.

La crisis que afectó a la Argentina durante los años 2001 y 2002, dio lugar a la experiencia social del trueque, a partir de la cual se crearon más de 6.000 centros de intercambio que luego fueron perdiendo vigencia.

Actualmente,  está surgiendo un movimiento global que desea imitar ese tipo de prácticas. Sin embargo, se plantea una gran diferencia puesto que el mismo debe su existencia a las nuevas tecnologías. Al mismo tiempo, no comprende una motivación económica sino un trasfondo cultural que replantea lo que consumimos y la forma en que lo hacemos.

Es el Consumo Colaborativo, Economía Social o Economía de Acceso, una manera de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar bienes y servicios en una comunidad. En ese sentido, se transforman los negocios y el consumismo para lograr una calidad de vida más sostenible y satisfactoria.

El concepto surge en 2010, cuando Rachel Botsman y Roo Rogers mencionaron en su libro, What’s mine is yours,  que el futuro de la sociedad no está en la propiedad de los bienes sino en el acceso a los mismos. A la vez, se describen tres categorías de la Economía Colaborativa: 

En primer lugar, los sistemas basados en productos, es decir, pagar por el beneficio de utilizarlos sin la necesidad de adquirirlos. Por ejemplo, la red social europea Blablacar, que conecta conductores con pasajeros que quieren hacer el mismo viaje. En segundo lugar, los sistemas referidos a mercados de redistribución los cuales están enfocados en el traslado de los objetos que ya no se utilizan a donde se necesitan. Un ejemplo es el trueque online o también conocido en el mundo anglosajón como el Freecycle: una red cuyo objetivo es ofrecer la posibilidad de intercambiar cualquier objeto de manera gratuita en Internet. La última categoría se basa en compartir estilos de vida: gente con intereses comunes se juntan para compartir e intercambiar tiempo, espacio, habilidades o dinero. Como es el caso de las plataformas como Spotify o Netflix que son modelos sostenibles consecuencia de la guerra entre el Peer to Peer y los abusos de la industria.

En el próximo Green Drinks BA tendremos la posibilidad de conocer algunos de los proyectos orientados al Consumo Colaborativo en Latinoamérica. Entre ellos, Ouishare Argentina, una comunidad global abierta para acelerar la transición hacia la Economía Solidaria. Por otro lado, conoceremos a los emprendedores de Afluenta, la primera red de finanzas colaborativas de América Latina, y finalmente, el proyecto Educabilia, una plataforma online para aprender y enseñar.

-Colaborative Consumption: www.collaborativeconsumption.com

-El fenómeno del trueque: una mirada sociológica, Claudia Gatti, Universidad de los Estudios de Roma III.

Imagen Fuente: www.consumocolaborativo.com